RESPECTO AL CURSO

     La clase en general fue realmente excelente. El profesor fue super comprensivo durante el semestre y se agradece su consideración, especialmente porque con la clase de diseño a veces no tenemos tiempo para asistir a todas las secciones. Me hubiese gustado que la clase fuera más dinámica, que se hubiera fomentando la participación, ya que al ser tan temprano y la clase totalmente teórica, a algunos no les anima llegar. Sin embargo, su enfoque en involucrar a todos en la discusión hizo que el tiempo pasara más rápido y la clase fuera más interesante. No siempre participaban, pero las pocas interacciones del profesor con los estudiantes se podía ver el interés mutuo de aprendizaje por parte de nosotros y por parte del profesor en querernos aclarar nuestras dudas. 

    Fue genial ver cómo el profesor se aseguraba de que todos estuviéramos en la misma página y comprendiéramos los conceptos. Su paciencia y disposición para responder a nuestras preguntas hicieron que la clase fuera aún más enriquecedora. Además, aprecio mucho que haya proporcionado recursos adicionales para profundizar en los temas tratados, lo cual muestra su compromiso con nuestro aprendizaje y desarrollo académico.

    Aunque al principio estaba un poco preocupada por la hora temprana y el contenido teórico, la clase resultó ser muy interesante y valiosa. Me gustó cómo el profesor relacionó los conceptos con ejemplos prácticos y casos reales, lo que nos ayudó a comprender mejor la materia. En general, me siento muy satisfecha con la clase y no tengo comentarios negativos al respecto.

FRANK LLOYD

    Frank Lloyd Wright fue un arquitecto pionero que fusionó el formalismo arquitectónico con un profundo respeto por el contexto y la identidad cultural, lo que tuvo un gran impacto en la modernidad. Su compromiso con la armonía entre el ser humano y su entorno construido refleja su enfoque humanista. Wright creía que la arquitectura debía adaptarse al entorno natural y a las necesidades de las personas que la habitaban, buscando una conexión más profunda entre la persona y su hogar.

     Wright creó un estilo único que rompía con las convenciones tradicionales en su búsqueda de una arquitectura más orgánica y en armonía con la naturaleza. Sus diseños se caracterizaban por líneas limpias, espacios abiertos y una integración fluida entre el interior y el exterior, como la Casa de la Cascada. Esta sensibilidad hacia el entorno refleja su gran respeto por la vida en todas sus formas y su deseo de crear entornos que nutrieran el alma humana.

        El contexto tuvo un gran impacto en el trabajo de Wright, quien buscaba incorporar la cultura y el paisaje de su lugar de origen en sus diseños. Demostrando su compromiso con la creación de espacios que reflejen la identidad y la historia de la comunidad, sus obras, como la Casa Robie en Chicago, responden de manera consciente al entorno urbano y a las necesidades de sus habitantes.

    En conclusión, Frank Lloyd Wright fue un humanista comprometido con la creación de espacios que enriquecieran la vida de las personas y se integraran armoniosamente en su entorno. Además, fue un innovador en términos de formalismo arquitectónico. Su herencia sigue siendo un recordatorio de la importancia de unir la arquitectura, la naturaleza y la cultura para lograr un mundo más habitable y significativo.

GEHRY VS MONEO Y LAS ESTRATEGIAS EN EL DISEÑO

     Los arquitectos Frank Gehry y Rafael Moneo son muy diferentes en sus estilos y enfoques. Gehry es conocido por su arquitectura vanguardista y escultural, caracterizada por formas orgánicas y el uso innovador de materiales como el titanio y el vidrio. Sus obras, incluido el Museo Guggenheim de Bilbao, desafían las normas arquitectónicas convencionales y se convierten en puntos de referencia icónicos en el paisaje urbano. Rafael Moneo, por otro lado, se destaca por su enfoque más sobrio y funcional, que se enfoca en la integración armoniosa de sus diseños con el entorno que los rodea. Su obra, como el Kursaal en San Sebastián, se caracteriza por líneas limpias, formas simples y una atención meticulosa a la relación entre el edificio y su contexto. A pesar de estas diferencias, ambos arquitectos están comprometidos con la excelencia en el diseño y la creación de espacios que mejoren la experiencia humana y satisfagan las necesidades de la comunidad.

    La obra de Frank Gehry se caracteriza por su capacidad para destacar por sí sola en el entorno urbano. Sus edificios se convierten en puntos de referencia icónicos debido a su diseño audaz y escultural. Gehry crea estructuras que capturan la atención del espectador y se convierten en símbolos de identidad para la ciudad. Por otro lado, las obras de Rafael Moneo no necesariamente resaltan de forma individual, sino que se integran armónicamente en su entorno. Ejemplos como el Kursaal en San Sebastián muestran cómo Moneo prioriza la relación del edificio con su contexto, creando espacios que se fusionan con la ciudad en lugar de dominarla. Aunque sus estilos difieren, tanto Gehry como Moneo comparten la habilidad de crear arquitectura que enriquece su entorno y contribuye a la vida urbana.

   Rafael Moneo es reconocido por su capacidad para armonizar sus diseños con el entorno urbano. Moneo respeta la historia y la identidad del lugar, y sus diseños reflejan este respeto. En lugar de imponerse, sus creaciones se integran con la urbe, manteniendo su tamaño y estilo. Moneo crea edificios que se sienten como parte natural del paisaje urbano utilizando materiales y formas que complementan el entorno. Cada uno de sus proyectos muestra su enfoque sensible hacia el contexto, lo que le ha valido el reconocimiento como uno de los arquitectos más respetados de su generación.

    Aunque Gehry y Moneo utilizan diferentes métodos de diseño, no hay rivalidad entre ellos; en cambio, se admiran mutuamente por sus métodos distintivos. Mientras que Gehry se destaca por su arquitectura escultural y audaz, Moneo se destaca por su habilidad para integrar sus diseños de manera sutil en el contexto urbano. Cada espectador tiene un punto de vista diferente sobre sus obras; algunos encuentran la audacia de Gehry fascinante, mientras que otros valoran la sensibilidad contextual de Moneo. Esta variedad de puntos de vista demuestra la diversidad y la riqueza del mundo arquitectónico, donde la innovación y la belleza pueden manifestarse de formas muy diversas. Finalmente, Gehry y Moneo han dejado una influencia duradera en la arquitectura contemporánea que inspirará a las generaciones venideras. 

EL GUGGENHEIM VS EL KURSAAL

     El Museo Guggenheim, creado por Frank Gehry, es una obra maestra arquitectónica que destaca por su forma audaz y su fachada de titanio ondulante que desafía las convenciones tradicionales. Con una colección impresionante de obras de renombre internacional, este museo de arte contemporáneo es un símbolo emblemático de la revitalización urbana y cultural de la ciudad. Por otro lado, el proyecto de Rafael Moneo, el Auditorio Kursaal, es una instalación cultural multifuncional que combina diseño moderno con funcionalidad. El Kursaal, ubicado frente al mar, destaca por su amplia gama de servicios, incluyendo salas de exposiciones, auditorios y espacios para eventos, lo que lo convierte en un lugar emblemático para la comunidad y un destino cultural para visitantes de todo el mundo.

    En ambos proyectos los arquitectos tienen objetivos relativamente diferentes, realmente son conceptos diferentes, pero puede que en algún punto guarden relación. Con su arquitectura vanguardista y su impresionante arquitectura, el Guggenheim se ha convertido en un símbolo de la revitalización urbana. Con su diseño futurista, se ha convertido en un punto de referencia arquitectónico y cultural, atrayendo a visitantes de todo el mundo. El museo promueve la cultura y las artes de la región a través de su colección de arte contemporáneo de renombre mundial.

    La versatilidad del Kursaal y su enfoque más pragmático en el diseño arquitectónico lo hacen destacar. El Kursaal es un centro cultural multifuncional que no solo alberga eventos y conferencias, sino que también cuenta con un auditorio y una sala de exposiciones. Su ubicación junto al mar y su diseño minimalista reflejan la conexión de la ciudad con su entorno natural, brindando un espacio para la comunidad y los visitantes para disfrutar de eventos culturales y sociales.

En fin, tanto el Guggenheim como el Kursaal han tenido un impacto significativo en sus respectivas ciudades y en la región vasca en general, a pesar de las diferencias en su diseño y enfoque. Ambos edificios han ayudado a redefinir la identidad urbana del País Vasco y a fomentar el turismo y la cultura. El Guggenheim ha elevado a Bilbao como un destino cultural de primer nivel, mientras que el Kursaal ha fortalecido la imagen de San Sebastián como una ciudad dinámica y cosmopolita. Finalmente, ambos edificios evidencian el poder transformador de la arquitectura al crear espacios que inspiran, conectan y enriquecen la vida de las personas.

POLLOCK

     Las obras de Jackson Pollock, una figura icónica del expresionismo abstracto en el siglo XX, superan los límites de la forma y la técnica convencionales. Su exploración de la psique humana a través del arte, utilizando la pintura como medio para expresar emociones y experiencias profundas, demuestra su enfoque humanista. Pollock creía en la libertad creativa y en la capacidad de las personas para crear y conectarse con su propia verdad interior. Su creencia en la espontaneidad y la autenticidad en el proceso artístico se refleja en sus técnicas innovadoras, como el dripping y el pouring.

   Su obra no solo desafía las normas estéticas, sino que también invita al espectador a reflexionar sobre su propia experiencia y perspectiva del mundo. Sus composiciones abstractas, llenas de energía y movimiento, sugieren una conexión profunda con la naturaleza y el cosmos, destacando la conexión entre el individuo y el universo. Pollock nos recuerda la belleza y la complejidad de la experiencia humana al abrazar el caos y la incertidumbre, así como la importancia de aceptar y celebrar la diversidad y la individualidad.

    El compromiso de Pollock con la expresión personal y la exploración del inconsciente demuestra su influencia humanista. Sus pinturas, llenas de gestos emocionales y pulsiones internas, revelan una búsqueda constante de autenticidad y significado en un mundo cada vez más complejo y abstracto. Pollock fomenta un diálogo entre el individuo y la sociedad a través de su arte, invitándonos a reflexionar sobre nuestra propia identidad y lugar en el mundo.

    Por último, la obra de Jackson Pollock es una prueba de la habilidad del arte para superar las barreras culturales y temporales al conectar a las personas a través de la experiencia humana compartida. Su enfoque humanista en la expresión artística nos inspira a explorar nuestra propia creatividad y a buscar la verdad interior, lo que enriquece nuestras vidas y nuestro entendimiento del mundo que nos rodea. Pollock nos enseña que el arte puede ser una herramienta poderosa para la reflexión, la autoexpresión y la transformación personal y social.

Le Corbusier

     Le Corbusier, con una perspectiva profundamente humanística, emergió como una figura clave en la formación y transformación de la arquitectura en el siglo XX. Su enfoque en la funcionalidad y la estética reflejaba su creencia en que la arquitectura debería satisfacer las necesidades humanas y mejorar la calidad de vida de las personas. Se inspiró en los principios del humanismo para crear espacios habitables que fomentaran la armonía entre el hombre y su entorno.

    Defendió una arquitectura racional y eficiente que combinara la sensibilidad humana con la tecnología moderna. Sus diseños se caracterizaban por la simplicidad, la geometría y la luminosidad, con un énfasis en la relación entre el interior y el exterior y la relación con la naturaleza. Creía que la arquitectura debía ser accesible para todos, independientemente de su estatus social, y participó en proyectos de vivienda social que buscaban mejorar las condiciones de vida de las clases menos privilegiadas.

    Le Corbusier defendió la idea de "la máquina para habitar" a lo largo de su carrera, defendiendo la idea de que las viviendas debían ser diseñadas como máquinas eficientes para la vida cotidiana, sin sacrificar la belleza ni la comodidad. Su enfoque revolucionario tuvo un impacto en la arquitectura moderna y sentó las bases para el urbanismo contemporáneo, donde la planificación de las ciudades se centra en el bienestar y la felicidad de sus habitantes. En resumen, Le Corbusier contribuyó significativamente a la transformación de la arquitectura hacia un enfoque más humanista, donde el ser humano y su bienestar son el centro de la creación arquitectónica.

    Su enfoque humanista en la arquitectura del siglo XX estableció una nueva forma de ver el diseño urbano y la vivienda. Generaciones de arquitectos se inspiraron en su visión racional y funcional, combinada con una profunda sensibilidad hacia las necesidades humanas, para crear espacios habitables que promuevan la armonía y el bienestar. La idea de que la arquitectura no solo debe ser estética, sino también moral, ayudando a la comunidad y mejorando la calidad de vida de las personas, sigue siendo una parte importante de su legado. Le Corbusier demostró que la arquitectura puede y debe ser inclusiva, beneficiando a todas las capas de la sociedad a través de sus proyectos de vivienda social y su defensa de la accesibilidad. 

LA INVENCION DE LO CLASICO 2

     Las catedrales surgieron como la producción más importante durante la Edad Media, no solo como centros religiosos, sino también como expresiones artísticas y arquitectónicas impresionantes. En Italia, existe un deseo de recuperar los tiempos gloriosos de la antigüedad, en los que se valoraba el arte y la cultura. La creación de una nueva moneda, la nota bancaria, que representa la riqueza y el exceso de dinero en la sociedad, refleja esto. Los italianos se convierten en mecenas del arte, pagando a los artistas para que creen obras maestras de arte y arquitectura inspiradas en la época clásica.

    Por ejemplo, la admiración por la antigua Roma y Grecia se refleja en el estilo neoclásico del Capitolio. Además, en el arte del siglo XX se observa una tendencia hacia la abstracción, donde los artistas exploran nuevas formas de expresión y rompen con las tradiciones establecidas. Este período de transformación y transformación cultural nos recuerda que somos descendientes del Renacimiento, una época de renacimiento intelectual, artístico y cultural.

    La Catedral de Viejo San Juan es nuestra estructura más antigua en América, donde se adoptaron las leyes del humanismo de Europa. La utilización de la película, un tipo de cápsula que contenía reliquias sagradas, refleja la organización y la influencia de la Iglesia en la vida cotidiana. La obra maestra de Brunelleschi, Santa María del Fiore en Florencia, marcó el inicio de la transición de la Edad Media al Renacimiento entre los años 1420 y 1430.

    Florencia era vista como la ciudad-estado más poderosa de Italia en cuanto a cultura y economía. Como un símbolo de su grandeza, la demolición y reconstrucción de la iglesia original, más grande y majestuosa, demuestran esto. El arte y la arquitectura se convierten en manifestaciones tangibles del espíritu humano y su búsqueda de la perfección, marcando un punto crucial en la historia.

    Por último, pero no menos importante, el resurgimiento de la antigüedad en Italia y su impacto en la creación artística y arquitectónica, así como la competencia entre ciudades-estado y la transición de la Edad Media al Renacimiento, demuestran la relevancia de este período en la formación de nuestra cultura y sociedad actual. En la actualidad, la importancia de invertir en el arte y la arquitectura como manifestaciones de poder y prestigio sigue resonando, recordándonos la riqueza cultural que heredamos de nuestros antepasados.